Cómo guardar ropa de invierno (y mantenerla impecable hasta el próximo año)

Cuando llega el calor y toca liberar espacio, guardar la ropa de invierno se convierte en una tarea que, bien hecha, protege tus prendas y gana espacio. El secreto está en tres pasos: limpiar, organizar y elegir el lugar correcto. Aquí te explicamos cómo guardar ropa de invierno paso a paso, para que el próximo año la encuentres perfecta.

1) Lava y seca todo antes de guardar

El paso más importante: no guardes ropa sucia o húmeda. Aunque parezca limpia, el sudor o los perfumes pueden atraer polillas y generar malos olores.

  • Lava según el tipo de prenda: lana, plumón, algodón o sintético. Usa programas suaves y detergente para ropa delicada.
  • Seca completamente. Ni una gota de humedad. Si puedes, seca al aire en un lugar ventilado antes de doblar.
  • Plancha o sacude para eliminar polvo y ácaros. Así aseguras que las fibras no se dañen durante el almacenamiento.

Si guardas ropa con olor a guardado o humedad, ese olor se fijará con el tiempo y será más difícil eliminarlo después. Sigue los pasos para saber la mejor manera de cómo guardar ropa de invierno

2) Clasifica por tipo y uso

Separar ayuda a ahorrar espacio y encontrar más fácil lo que necesitas.

  • Abrigos y parkas: por tamaño y grosor.
  • Suéteres y chalecos de lana: doblados, no colgados.
  • Bufandas, guantes y gorros: en una bolsa o caja pequeña.
  • Ropa técnica o de montaña: en fundas transpirables o bolsas al vacío.
  • Zapatos y botas de invierno: limpios, con papel en el interior para conservar su forma.

Tip: guarda una lista visible o saca una foto del contenido de cada caja antes de cerrarla. Así sabrás dónde está todo sin tener que abrirlas.

3) Elige los materiales adecuados para guardar

Cajas de plástico transparente: permiten ver el contenido y aíslan de humedad y polvo.
Bolsas de tela o algodón: ideales para prendas de lana y ropa delicada, porque dejan respirar las fibras.
Bolsas al vacío: excelentes para plumones o parkas voluminosas. Ahorra espacio, pero evita usarlas en lanas o tejidos naturales (necesitan aire).
Perchas acolchadas: si guardas chaquetas o abrigos colgados, usa fundas de tela, nunca plásticas.
Antihumedad o bolsitas de sílice: ayudan a mantener el interior seco.

Nunca guardes la ropa directamente en bolsas de basura. No transpiran y pueden generar moho.

4) Cómo doblar y guardar según el tipo de prenda

Lana y tejidos gruesos: dobla sin apretar. Si los cuelgas, se deforman. Coloca papel tissue entre dobleces.
Plumones y parkas: dóblalos suavemente o guarda al vacío. Si tienen relleno natural, guárdalos en funda de tela.
Abrigos: colgados con percha ancha, funda de algodón y cremallera cerrada.
Bufandas, gorros y guantes: dentro de una bolsa de tela o caja pequeña con tapa.
Botas: rellena con papel o botellas plásticas vacías para mantener la forma.

Pro tip: mete una bolsita de lavanda o cedro en cada caja o bolsa. Perfuma y ahuyenta polillas de forma natural.

5) Controla la humedad y el lugar de almacenamiento

El sitio donde guardes tu ropa es tan importante como el cómo.

  • Evita lugares húmedos o calurosos, como bodegas sin ventilación o altillos con temperatura alta.
  • Prefiere espacios frescos, secos y oscuros.
  • Si vives en zona costera o con alta humedad, usa deshumidificadores o bolsitas de sílice.
  • Si vas a guardar por varios meses, revisa una vez cada dos o tres meses que todo esté en orden.

La ropa guardada en espacios cerrados puede condensar humedad por cambios de temperatura. Un pequeño control cada cierto tiempo evita sorpresas.

6) Optimiza el espacio

  • Guarda por capas: lo más liviano arriba, lo pesado abajo.
  • Etiqueta cada caja: con nombre, temporada y tipo de prenda.
  • Usa el espacio vertical: apila las cajas más grandes al fondo y las pequeñas al frente.
  • Ruedas o pallets: para separar las cajas del suelo si las guardas en una bodega.

7) ¿Y si no tienes espacio en casa?

Si tu clóset o altillo están llenos y no quieres sobrecargarlos, una opción práctica es usar una mini bodega temporal. En AMC Bodegaje ofrecemos arriendo de bodegas y mini bodegas con acceso cómodo, vigilancia y espacios desde 4 m². Perfectas para guardar ropa de temporada, zapatos, maletas o decoración.

Además, si estás en medio de una mudanza o remodelación, una bodega te permite liberar espacio sin arriesgar tus prendas a la humedad o el polvo.

8) Checklist antes de cerrar la temporada

9) Qué no hacer (errores comunes)

  • Usar bolsas plásticas comunes (no dejan respirar las fibras).
  • Guardar húmedo o sucio (genera moho y olores).
  • Exceso de peso en cajas grandes (deforma la ropa y complica el traslado).
  • No etiquetar: luego olvidas qué guardaste en cada caja.
  • Usar ambientadores fuertes: el perfume se fija a las telas y puede alterar tejidos naturales.

10) Desempacar sin estrés

Cuando vuelva el frío, abre tus cajas o bolsas y deja ventilar la ropa por unas horas antes de usar. Sacude cada prenda y revisa costuras o botones sueltos. Si notas olor leve a cerrado, bastará con un ciclo de aire o lavado corto.

Saber cómo guardar ropa de invierno te permite ganar espacio, cuidar tus prendas y mantener el orden sin complicaciones. Con un poco de organización, etiquetas claras y un lugar adecuado, cada prenda estará lista para el próximo invierno, sin humedad ni olores.

Y si necesitas más espacio, o simplemente quieres guardar tus cosas de temporada con tranquilidad, contáctanos. En AMC Bodegaje te ayudamos a elegir la bodega perfecta según la cantidad y tipo de ropa que quieras almacenar.

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